"Nunca andes por el camino
trazado, pues él te conduce únicamente hacia donde los otros fueron.”
(Alexander Graham Bell)
Edimburgo,
Reino Unido, 1847-Beinn Bhreagh, Canadá, 1922) Científico y logopeda estadounidense
de orígen escocés, inventor del teléfono. Nacido en el seno de una familia
dedicada a la locución y corrección de la pronunciación, Bell fue educado junto
a sus hermanos en la tradición profesional familiar. Estudió en la Royal High
School de Edimburgo, y asistió a algunas clases en la Universidad de Edimburgo
y el University College londinense, pero su formación fue básicamente
autodidacta.
En 1864
ocupó la plaza de residente en la Weston House Academy de Elgin, donde
desarrolló sus primeros estudios sobre sonido; en 1868 trabajó como asistente
de su padre en Londres, ocupando su puesto tras la marcha de éste a América. La
repentina muerte de su hermano mayor a causa de la tuberculosis, enfermedad que
también había terminado con la vida de su hermano menor, repercutió
negativamente tanto en la salud como en el estado de ánimo de Bell.
En estas
circunstancias, en 1870 se trasladó a una localidad cercana a Brantford
(Canadá) junto al resto de su familia, donde pronto su estado comenzó a mejorar.
Un año después se instaló en Boston, donde orientó su actividad a dar a conocer
el sistema de aprendizaje para sordos ideado por su padre, recogido en la obra Visible
Speech (1866). Los espectaculares resultados de su trabajo pronto le
granjearon una bien merecida reputación, recibiendo ofertas para dar diversas
conferencias, y en 1873 fue nombrado profesor de fisiología vocal en la
Universidad de Boston.
En esta
época, con la entusiasta colaboración del joven mecánico Thomas Watson y el
patrocinio de los padres de George Sanders y Mabel Hubbard (con quien se
acabaría casando el año 1877), dos estudiantes sordos que habían recibido
clases de Bell, diseñó un aparato para interconvertir el sonido en impulsos
eléctricos. El invento, denominado teléfono, fue inscrito en el registro de
patentes estadounidense en 1876.
En un primer momento, el teléfono
levantó todo tipo de comentarios irónicos, pero al revelarse como un medio de
comunicación a larga distancia viable, provocó controvertidos litigios por la
comercialización de la patente. En 1880, recibió el premio Volta. El dinero
obtenido con este premio lo invirtió en el desarrollo de un nuevo proyecto, el
grafófono, en colaboración con Charles Sumner Tainter, uno de los primeros
sistemas de grabación de sonidos conocido. Tras su muerte, acaecida en 1922,
dejó como herencia dieciocho patentes a su nombre y doce más con sus
colaboradores.
En un primer
momento, el teléfono levantó todo tipo de comentarios irónicos, pero al
revelarse como un medio de comunicación a larga distancia viable, provocó controvertidos
litigios por la comercialización de la patente. En 1880, recibió el premio
Volta. El dinero obtenido con este premio lo invirtió en el desarrollo de un
nuevo proyecto, el grafófono, en colaboración con Charles Sumner Tainter, uno
de los primeros sistemas de grabación de sonidos conocido. Tras su muerte,
acaecida en 1922, dejó como herencia dieciocho patentes a su nombre y doce más
con sus colaboradores.
Alexander Graham Bell falleció en Baddeck, Canadá, el 2 de
agosto de 1922, dejando 18 patentes de inventos realizados por él.
Desde su invención, el teléfono se convirtió en un
dispositivo prácticamente indispensable para el desarrollo de la civilización.
Aunque Bell tuvo plena conciencia de lo que significaba el teléfono para la
humanidad, seguramente nunca imaginó que un siglo después a través de una línea
telefónica se pudiera transmitir no sólo sonidos, sino también datos e
imágenes. Tampoco pudo imaginar que un día se pudiera llevar un teléfono en el
bolsillo, ni que, finalmente, tal como había sido su propósito, personas sordas
o mudas pudieran comunicarse entre sí o con otras personas a través de un
sistema telefónico y una pantalla diseñada especialmente para ellos.
Como ironías de la historia Elisha Gray, otro inventor
norteamericano, presentó en la Oficina de Patentes de Estados Unidos, unas
horas después que Bell, un teléfono inventado por él, pero ya la patente se le
había concedido a este último.
Sin embargo en 1849, veintisiete años antes que Bell
patentara su teléfono, el italiano Antonio Meucci, trabajador del Teatro Tacón,
de La Habana, Cuba, había inventado un aparato telefónico que no pudo patentar
antes que el desarrollado por Bell, por no haber podido disponer de los
recursos económicos que se requerían para ello.
El 15 de junio de 2002 la Cámara de Representantes de los
Estados Unidos de América reconoció a Antonio Meucci como el inventor del
teléfono en oposición a Bell ante las irrefutables pruebas presentadas por el
congresista italo-norteameriano Vito Fossella. Meucci murió en la miseria en el
año 1889 tras un continuo desgaste reclamando el reconocimiento de su invento.
bien, solo faltan los problemas
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